Es un dia lejano de abril, la casa esta sola, el aire sopla... hay un pequeño jardin en el bosque eterno.
Un pequeño duende, Stephen, ese es su nombre... hace tanto que no lo veo.
Un dia extraño, un dia en el que camine por el bosque y encontre aquel jardin entre arboles altos y enredaderas de oro, en medio un pequeño arbol de higos majestuoso y hermoso y en el un pequeño duende.
Poco a poco regrese sin que el se diera cuenta, sin que notara mi presencia en aquel solitario jardin, almenos eso pensaba... pero no era asi, el lo sabia pero no dijo nada
esperaba que tal vez, a lo mejor yo intentara atraparlo, pero no era mi intencion y al final me fui. A los pocos dias encontre un pequeño higo frente a mi casa, no sabia bien si era un error o algo intencional pero me hizo pensar en aquel duendescillo del bosque.
Ya pasaron varios dias y los higos siguen apareciendo, no es casualidad, el los pone.
Regrese a aquel pequeño jardin, el no estaba...
me sente a esperar 1, 2, 3 horas... me quede dormida jaja es gracioso por que cuando desperte el estaba ahi, el solo veia. Se acerco a mi lentamente y sonrio, era una sonrisa dulce, amigable. Al principio estaba un poco dudosa pues no sabia bien como interpretar el acercamiento, no entendia como un ser asi podia estar tan cercano a alguien que no conocia. Con el tiempo, no se exactamente cuanto, me hablo, quede sorprendida! no sabia que hacer, dijo una sola palabra, STEPHEN, quede estupefacta. Los dias que siguieron eran calidos, un viendo suave, fresco... el color verde de los higos en aquel arbol resaltaba en medio de las enredaderas de oro, en aquellos arboles altos.
Todo era igual nada cambio, pero el duende siempre estaba ahi viendo, el solo veia. Un buen dia me corte sin querer y el con un poco de savia logro en poco tiempo sanar esa herida. Pasaron unos dias y no supe de el, pense que se habia ido asi que fui a buscarlo, no me gusto lo que encontre... una ninfa lo habia herido, yo no pregunte, mas sin embargo sabia que era mi culpa.
Ya es agosto, pasaron muchas cosas... se que nunca lo voy a olvidar, periodicamente he sabido de el, me a dejado una nota, esta ausente y no es por que quiera a lo mejor es mejor asi, almenos un tiempo.
Es curioso como a veces logramos identificarnos con algo... una historia, un personaje en particular... yo, yo escribo esto para alguien, para ese duende... que fuera de muchas cosas siempre esta ahi, viendo.
Ha pasado un tiempo y no se si cuando sepas de mi sera lo mismo, pero yo soy tu duende y aunque no te diga nada y pienses que no estoy, no es asi... siempre te veo pendiente de ti ...
1, 2, 3 horas ... y el duende sigue viendo.
